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Es importante saber cuándo es el momento de acudir a un dentista para recibir tratamiento y cuidados. Además de la atención rutinaria, las visitas de urgencia y el tratamiento de caries, los pacientes también deben ponerse en contacto con un profesional dental cuando experimenten problemas de encías. Aunque al principio suelen ser leves, los problemas de encías pueden avanzar rápidamente y dar lugar a diagnósticos dentales desagradables.
Síntomas y efectos secundarios de los problemas de encías
La inflamación de las encías, o gingivitis, está causada por la acumulación de placa y bacterias a lo largo o debajo de la línea de las encías. Si no se trata, puede derivar en periodontitis o enfermedad de las encías. Ambas pueden afectar negativamente a la salud bucodental y general.
Señales de advertencia de problemas de encías
Uno de los signos más comunes de los problemas de encías es el sangrado durante el cepillado y el uso del hilo dental. Otros síntomas de la gingivitis pueden ser:
- Encías dolorosas, sensibles o irritadas
- Hinchazón
- Un sabor persistente y desagradable en la boca
- Mal aliento frecuente
- Dientes que empiezan a sentirse flojos, especialmente al morder o masticar.
- Recesión de las encías
Los pacientes que experimenten estos problemas de forma repentina o persistente deben acudir a un dentista para que los evalúe, especialmente si los síntomas no se alivian con un cepillado y un uso del hilo dental más meticulosos.
Complicaciones de las enfermedades de las encías
Si la inflamación de las encías evoluciona a enfermedad periodontal, pueden surgir numerosas complicaciones. Esta afección expone a los pacientes a un riesgo mucho mayor de padecer otros problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, artritis reumatoide e ictus. Además, la periodontitis puede provocar una infección que requiera una intervención dental seria o la posible pérdida de dientes.
Prevenir las enfermedades de las encías
Cuando se trata de problemas periodontales, la prevención es la clave. Los pacientes que mantienen prácticas saludables de cuidado bucal pueden reducir significativamente sus probabilidades de desarrollar problemas de encías.
Mantener una rutina de higiene bucal
Cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental todos los días es necesario no sólo para prevenir las caries, sino también para prevenir enfermedades. Barrer la placa y las partículas de comida a diario puede reducir el crecimiento bacteriano y la inflamación, disminuyendo los riesgos de desarrollar enfermedades de las encías.
Uso de enjuagues bucales
Tanto los enjuagues bucales de venta sin receta médica como los de prescripción pueden ayudar a combatir las infecciones, reducir la proliferación bacteriana y minimizar la inflamación. Cuando se combina con el cepillado diario y el uso de hilo dental, un buen enjuague bucal puede ser todo lo que se necesita para detener la progresión de la enfermedad de las encías. Los pacientes que experimenten síntomas de problemas de encías deben elegir un producto diseñado para eliminar las bacterias dañinas y utilizarlo después de cada sesión de cepillado.
Encontrar un buen dentista
Incluso con los mejores cuidados caseros, pueden aparecer problemas de encías. Otros factores, como la genética, los cambios hormonales y las enfermedades subyacentes, también pueden causar estos problemas. Por lo tanto, es importante encontrar un dentista que pueda ayudar con las limpiezas rutinarias, así como con el diagnóstico y el tratamiento, independientemente del nivel de cuidado en casa.
Conclusión
Los problemas de encías que empiezan como pequeñas molestias pueden derivar en problemas graves más adelante. Para muchas personas, una rutina dental personal exhaustiva puede mejorar significativamente los síntomas de la gingivitis. Los pacientes que presenten signos de inflamación o enfermedad constante de las encías deben concertar una cita con un dentista para tratar los síntomas. Con un excelente cuidado dental rutinario y tratamientos profesionales, a menudo es posible revertir la enfermedad de las encías y prevenir futuras complicaciones.
